26/5/10

PELOTAZOS QUE ARAÑAN EL TRAVESAÑO DEL ALMA (Segunda Parte Del 94 al 06)

W.G.G


Cuando EE.UU organizó el campeonato del 94, hacía rato que trabajaba como cocinero en Le Petit Café. Me contrataron por la única razón de ser argentino, rótulo que me daba extensos conocimientos sobre las vacas, cuando yo no sabía prepararme ni un bife. En este restaurant se sirven los cortes de carne sobre piedras volcánicas (aorita), calentadas previamente en un horno a 500 grados. Vivíamos en un pequeño departamento, en el pueblo de San Nicolás, al sur de Aruba. Una de las refinerías más grandes del mundo le da vida a este desolado paraje.

No fue la avivada de Maradona en el tiro libre, con el rápido pase a Caniggia, lo que acerca a mi mente el partido con Nigeria, sino el almuerzo en una sinagoga.