31/10/09

COMPETIR EN LO QUE SEA...A COMO DIESE LUGAR

W.G.G

La esperanza de que unas nubes amigas entorpecieran la labor asesina del sol en esa siesta, pronto se desvaneció. El polideportivo municipal de General Alvear se asemejaba a un espejo hirviendo. Pequeños hilos de vapor, producto de un chaparrón tempranero, se elevaban por todas partes, dándole un toque dantesco al complejo público, inaugurado poco tiempo atrás.
La pileta estaba atestada de niños, era una jornada perfecta para disfrutar de los dos estanques de agua y la moderna (para aquel entonces) plataforma de cemento. Los pocos atrevidos que se encontraban en la cancha de básquet o en el campo, donde se hallaba la improvisada pista de atletismo, lo hacían obligados. Con ese insoportable calor, se disputaban algunos clasificatorios para los provinciales.

30/10/09

INMACULADA DEFENSA


Walter Greulach


Si hubo algo que identificó al negro Carmona durante su extensa trayectoria como entrenador, fue su pasión casi enfermiza por las tácticas defensivas.Profesor de educación física de varios colegios secundarios, entre ellos el mío, lo conocí a mediados de los setenta. Su color de piel acentuado por el sol, parecía más que negro, azul oscuro. De ademanes ampulosos, sonrisa amplia y labia generosa. Poseía la virtud de hacer creíble lo inverosímil, lógico lo ridículo.Relataba a quien quisiera (o no quisiera) oírlo, la historia de su bisabuelo africano, Zulú creo. Un gran guerrero que con solo un puñado de subordinados, derrotó a cientos de colonizadores europeos mucho mejor pertrechados.

17/10/09

UNA NOCHE EN JAIME PRATS




Walter Greulach

La noche recién estrenada destilaba aromas de jazmines. El monótono croar de los sapos, agrupados en la hijuela, ralentizaba el discurrir del tiempo. Arriba la cúpula infinita, tapizada con trillones de estrellas, enmarcaba un exuberante teatro colmado de paz y armonía.
Tirados panza arriba, en el centro de las cuatro hectáreas de tierna alfalfa, observaban deslumbrados la vía láctea. Un sinnúmero de luciérnagas iluminaban el campo verde.

7/10/09

COINCIDENCIAS, CAUSAS Y AZARES. (O de cómo el personaje de uno de mis cuentos, un día me mandó un e mail)




Walter Greulach
 
 
Acababa de publicar mi primer libro a fines del 2008. Una tarde en que discutía con la editorial algunos cambios, que deseaba estuviesen en la nueva edición, escuché el campanazo que me anunciaba el nuevo correo electrónico. Generalmente los leo a todos una vez por día, pero el encabezado de este, me obligó a abrirlo inmediatamente.

“Soy el personaje, escribiste la historia de mi vida” decía el encabezado, palabras más, palabras menos.

ESTARAS EN NOSOTROS POR SIEMPRE QUERIDA MERCEDES



Se nos fue la querida negra Sosa. La negra de América, la voz de los pobres y olvidados, de los humillados y torturados.

Se fue una voz de la conciencia popular. No me apeno tanto, porque perdimos solo un cuerpo y ganamos un alma inmortal en el panteón de los comprometidos por la causa humana.

Salud Negrita, te extrañaremos unos días, despues estarás con nosotros para siempre...

Walter Greulach

5/10/09

Gerardo en tránsito: Dios o el Diablo en la tierra de Disneyworld

Segunda-feira, 5 de Outubro de 2009

Gerardo em Trânsito: Deus e o Diabo na Terra da Disneyworld
Por: Lúcio Emílio do Espírito Santo Júnior

O livro de contos El Guionista de Díos o del Diablo (o Roteirista de Deus e do Diabo, Walter G. Greulach, 2008, Buenos Aires, Editora Arte e Parte, ainda inédito no Brasil), inicialmente pareceu-me a obra de um jornalista com talento literário que pinçava fatos variados (os famosos fait-divers) nos jornais e transformava-os em literatura de estilo elegante, que brilha como pedra lapidada, mas fragmentários e sem unidade. Ele parecia sonhar com a totalidade e a causalidade, mas no fundo sabê-las impossíveis, daí ficar recolhendo short cuts em jornais para ficcionalizá-las, transformando-as em seus contos.

No entanto, qual não foi minha surpresa: o texto responde justamente a esse tipo de pensamento as respeito dele: “Já relaxado voltei a analisar minha situação. Preocupava-me o tema [dos contos] fossem más histórias copiadas dos jornais. Este agir plagiando inconscientemente poderia ser minha perdição” (GREULACH, 2008, p. 114). Mais adiante, ele reflete de forma surpreendente sobre seu próprio estilo: “Que maníaco de merda – me insulto –por que tenho sempre de colocar um final impossível?” (GREULACH, 2008, p. 115).