24/8/09

De cómo un manco acabó con Kid el mocha

W.G.G


El flaco de rostro hundido y nariz recta se calzó los guantes, golpeando dos o tres veces sus puños para amoldarlos. El cumpa miró con fiereza al dubitativo muchacho que temblaba en la otra esquina, sintiendo un dulce escozor por el final inminente. Su cara recia, aindiada, era coronada por una cabellera de pelos finos y tiesos, peinada al medio. Sus ojos negros, parecían los de un depredador cebado, a punto de abalanzarse sobre la inocente presa. Una multitud de jóvenes rugía enfervorizada, saboreando la sangre por venir. Tenso el ambiente, electrificado el aire.

15/8/09


Las fotos son una cortesía de Veronica Morales, una amiga de Mendoza

LOS LAURELES DEL GENERAL

Punta del Agua San Rafael Mendoza


W.G.G

El arroyito de aguas frescas y juguetonas corría inquieto, serpenteando los álamos y rociando algún que otro sauce llorón. El crepúsculo nos arrullaba con un sosiego revitalizador después de una movida y húmeda tarde de septiembre.

Terminábamos de armar las carpas y tras un picadito de futbol, nos refrescábamos en el cristalino hilo de agua. Arriba, dos canarios y un jilguero, moderaban sus trinos sintonizándolos con el plácido paisaje.

—Ponele agua a la pava, por favor, mientras enciendo el fuego, así nos tomamos unos buenos mates —le indicó el tano Piccinini al japonés Totake, quien reclinado contra una rueda de camión abandonada, lucia deslumbrado con el canto de las aves.
A unos cinco metros, cobijados por un inmenso tamarindo, cuatro o cinco escuchaban a Víctor Hugo Morales y Néstor Ibarra en Sport 80 por radio Mitre. El resto del grupo, encabezados por el gordo Fonzalida, traían leña para el asado nocturno. Habían juntado además, suficiente berro y espárragos para una suculenta ensalada.
Las excursiones a Punta del Agua (o a Rincón del Indio) para el día del estudiante, eran habituales por aquellos años. Salíamos después de clases, el viernes, en una camioneta de algún padre que nos llevaba, y volvía a buscarnos el domingo al anochecer. Después de dos horas de comernos todos los pozos y serruchos de la ruta 190, llegábamos a este oasis sanrafaelino, enclavado a la sombra del Nevado, a unos ochenta kilómetros de General Alvear. Una paz de otro planeta se respiraba en el distante y bello paraje.
El día hasta el atardecer transcurrió esplendido, el clima en esa bendecida zona es privilegiado. Hay que tener mucha mala suerte para vivir un feo temporal en Punta del Agua. No hay casi viento y llueve lo justo y necesario.
La noche que se avecinaba pareció ofrendarnos ese raro “privilegio”. Las traicioneras nubes negras, se entretejían ruidosas sobre nuestras cabezas. Tata Dios se deleitaba intimidándonos con su festival pirotécnico. Un viento frio, impregnado de tomillo y piquillín nos envolvió de repente. Las llamas crepitaron nerviosas presintiendo el feroz aguacero.
—¡Es solo un chaparrón! —dijo Gustavo Nedic, aunque ni el mismo se lo creía.
—Por las dudas apuremos el asado —contestó el tripa Prieto atizando los leños
ardientes con un palo seco de quebracho.
—Nunca vi una tormenta que se formara tan rápido como esta —atiné a decir en el mismo momento en que, como a veinte metros, un rayo partía un álamo incendiándolo al instante.
Entre enceguecidos y aturdidos, corrimos a guarecernos en el lugar más desguarnecido… el interior de las tiendas de campaña. Al segundo comprendimos el error y salimos, apiñándonos los diez alrededor de las pocas brazas que quedaban. El paisaje era apocalíptico, truenos, relámpagos, viento, lluvia y el árbol en llamas.

10/8/09

CON GERALD, A LA SOMBRA DE UN STARBUCKS

W.G.G


El pronóstico para aquella jornada de agosto era que, por tercer día consecutivo, se levantaría el mercurio por arriba de los cien grados Fahrenheit. Miami se iba transformando en el infierno tan temido, la humedad desfiguraba rostros, transparentando estados de ánimo.

Mientras me acercaba por Meridian, buscando el Starbucks de la esquina con Lincoln Road, miraba ansioso el cielo, anhelando una nube gris que presagiara la divina tormenta.
Gerald Thomas me había avisado que llegaría el sábado por la tarde y quedamos de encontrarnos en el café, el martes alrededor de las diez de la mañana. Por la peatonal circulaba poca gente. A media cuadra del negocio, casi soy atropellado por un curioso individuo que llevaba en el manubrio de su bicicleta un enorme y bien cuidado gallo blanco, de cresta alta y roja. “South Beach” pensé divertido, aquí podes encontrarte cualquier cosa. Levanté la vista del gallo móvil que se alejaba y me encontré la figura del maestro Gerald, hundida en una silla como escondida del resto de la gente.
Se levantó con energía y me dio un fuerte abrazo. Me pareció más bajo que la última vez y noté que por su rostro surcaba una profunda tristeza.

—¿Como está mr. Thomas? —le dije estrechando su huesuda mano.

—No muy bien querido —me contestó con un leve temblor en la voz.

Ordené un expreso en la barra, con una torta de blueberry (mi favorita). Gerald ya estaba tomando un café late. La colombiana del mostrador me regaló un cappuccino con mucha crema y salsa de cranberry arriba. Lo había hecho equivocadamente y no quería que el jefe lo viera. Volví cargado a la mesa y el anglo brasilero me miró sorprendido.

—¿Te vas a tomar todo eso querido? Mucha azúcar no es bueno para la salud —me recriminó.

Asegurándome de que la empleada no me miraba, tiré la apetitosa bebida al basurero y me quedé solo con el cafecito y el dulce. Le pregunté a mi amigo la causa de su tristeza, aunque sabía que el laureado director siempre tendría una causa para su romántica melancolía.

3/8/09

ESTUDIAN EL GUIONISTA DE DIOS... EN BRASIL COMO POSIBLE LIBRO DE TEXTO DE ESPAÑOL EN UNA UNIVERSIDAD


PROYECTO BELINDA


Análise do Conto argentino contemporâneo através de El Guionista de Díos...o Del Diablo? de Walter G. Greulach




1. Tema: pesquisar o livro de contos O Jornalista de Deus...ou do Diabo (El Guionista de Díos...o del Diablo, de Walter Gerardo Greulach, ainda inédito no Brasil, enquanto texto representativo do conto argentino contemporâneo.
2. Delimitação do tema: será investigada a temática contemporânea nos contos de Walter Greulach: a presença das novas tecnologias, da situação social da Argentina recente, assim como a forma narrativa predominante e o tipo de final, bastante característico, escolhido por Greulach para seus contos. Nos contos de Walter Greulach, pode-se dizer que é fortemente marcante o “turning point”, a reversão de expectativas, como no caso do final do conto “Terás Um Coral Em Sua Tumba”:

Cumprido um ano desde a fuga, não existia na remota ilha [de Aruba] uma família mais feliz que a dos Gómez, perdão, dos Ruibarba (...). Não, não se preocupe, o dinheiro não é o problema –agregou amavelmente a voz --, unicamente queria dar a você minhas sentidas condolências pela morte de Andréa. Soube que faleceu algumas horas atrás, de um golpe na cabeça. Pobrezinha, não deveria estar assim como sete meses de gravidez. Iam ser gêmeos, não? (GREULACH, 2008, p. 23)

Característica semelhante, comprovando a presença de um estilo, marca o conto Crônica de um Suicídio Assistido:

--Sempre Deus dá uma segunda oportunidade –assegurou com os olhos cheios de lágrimas no instante preciso em que um raio o matava, partindo-o literalmente em dois (GREULACH, 2008, p. 31).


O tema principal desse projeto é como a atualidade, tanto a realidade latino-americana quanto universal, se fez presente nesses contos publicados em 2008. Os contos de Greulach, por sua simplicidade e fluência, que possibilitam pelo leitor brasileiro, podem ser utilizados como leitura suporte para aulas de espanhol.3. Justificativa: a literatura argentina contemporânea não é bem conhecida no Brasil. A tendência é que o grande público tenha acesso somente aos escritores argentinos já consagrados não só na Argentina, mas internacionalmente, especialmente aqueles já bem sucedidos e reconhecidos na Espanha e traduzidos para o inglês. Enfim, em geral, quando o público brasileiro conhece um escritor, ele já foi efetivamente lido, aceito pelo mercado e por um público fora do Brasil, além de possuir alguma bibliografia a respeito, em revistas universitárias ou jornais. Walter Greulach ainda é pouco estudado até mesmo em seu próprio país.