13/8/14

Con tu verde palidez


                                             
Walter G Greulach

Para mi ciudad, en su centenario...
El haz se filtraba entre las persianas e imprimía el perfil de Abelardo sobre un poster de los cien años de General Alvear. Ese gélido mediodía de agosto lo encontraba derrumbado en el sofá del living con la frente perlada por el sudor. Los ojos fijos en la puerta de calle, el índice jugueteando con el tambor de la 38 Smith & Wesson y un negativo de su familia arrugado en la mano izquierda. Cinco balas con un nombre querido en cada una de ellas completaban el angustiante cuadro.

¿Pero cómo había llegado allí el más chico de los Camuzzo?

 Seis meses atrás su vida transitaba aceitádamente. Acababa de ganar un premio provincial por su foto sobre el casi seco rio Atuel; el matrimonio se había fortalecido tras unas bodas de plata, con luna de miel en un búngalow en Potrerillos y como broche, su única hija esperaba al anhelado primer nieto. Entonces llegó el tipo aquel y, como alma corrida por el cachudo, entró a los tropezones a Fotos Camuzzo.