23/1/11

LA INSOPORTABLE IMBECILIDAD DEL SER

W.G.G

Tras algunos días de lluvia y viento, enero nos ofrendaba la posibilidad de hacer algún dinerillo. Teníamos ochenta y un grados Fahrenheit ese viernes y recién el martes, según los gurúes de la tele, unos chaparrones dispersos volverían las cosas a su lugar. En alta temporada, sobre todo en los últimos años, la inestabilidad climática en el sur floridano había sido una constante.

El mar calmo y de aguas turquesas, en conjunción con un cielo de un celeste casi dañino, invitaba a caminar por la playa. Las setenta y pico reposeras no tardarían en llenarse. Mientras tanto, junto a Andy y Jairo, disfrutábamos un partido de futbol canasto. Una nueva modalidad de entretenimiento de la cual abusábamos, más que nada, durante las jornadas de mal tiempo.

Acababa de levantar una pelota con el pie, clavándola en el tacho de la basura desde la zona de tres puntos, cuando el envidioso aplauso de mis rivales se apagó. No era para menos, sobre el horizonte, mitad arena, mitad océano, se recortaba la figura de la insufrible.

Oscar descansaba dentro de la caseta, recuperándose de las siete plagas egipcias que le habían caído en los últimos días (neumonía, orzuelos, voqueras, crisis económica, divorcio, etc, etc.). Nos la señaló con desgano y frunciendo el seño dijo:

—¿A que no se imaginan quien viene allí?

Busqué rápidamente una escusa para eludir su presencia. Mas como en pasadas ocasiones ahí me quedé, escuchando atónito su exposición.

La dama argentina comenzó explicando las razones por las cuales ya no se hospedaba con nosotros. Enhebró un collar de pestes en referencia al servicio del hotel. Por supuesto que no incluía a los únicos trabajadores que valían la pena. ¡Vaya suerte la nuestra! Pronto recaló en el tema que parecía fascinarla…tirarle heces a Argentina en general y a los Kirchner en particular.

—Creo que se trató de una de las muertes más aplaudidas de los pasados años. La yegua se sacó un peso de encima, si todos sabían que no lo soportaba. La usaba como a un trapo de piso a la pobre. El alivio que debe haber sentido. El tipo este era un maniático obsesivo, no lo digo yo, estaba en los informes de la embajada americana. —Tomó aire y nos observó para sesionarse que nos tenía enganchados. Luego de un trago de agua, entrecerró los ojos como para darle más hiel a su relato y atacó:

—Aunque les digo que ella está cortadita con la misma tijera. Tiene el poder en un ojo y en el otro el signo peso. Sabían que en estos días estaba en el sur, inaugurando una nueva mansión que se compró. Ni las cenizas de su marido deja secar la guacha…¡Un poco de respeto! ¿ no? Seguro que ahora se va a encamar con el pelotudo de Chávez. Decí que Fidel está muy viejo, sino también se lo tira.

Suspiré compungido por semejante andanada de malas ondas. Soy bastante crítico con la gestión de los Kirchner. Trato de sopesar fallas y virtudes, lo cual me es difícil estando tan lejos. Más aun en un país tan demonizado como el nuestro. Blanco o negro…Clarín o Página 12. Sería necio si no reconozco los avances en el tema de las reivindicaciones sociales que ha logrado este gobierno y peor aun si niego sus vicios y defectos. Aún le queda mucho por demostrar, pero hay que darle la chance, por lo menos por ahora.

Al verla allí, se me vino a la mente un squech de Gasalla, aunque al instante pensé que el monologo era más digno de un Pinti, pero al cuadrado.

—Estaba mal…muy mal —dijo, volviendo a roer de su hueso predilecto—. Sufría de todo el pobre. De chiquito era súper enfermo, raquítico casi. ¿Sabían porque tenía un ojo así? A los siete años tuvo neumonía, creo, y después de un fuerte ataque de tos se le torció el ojo. Se ve que tenía mala la sangre. Por suerte, sino quien sabe cuántos años mas lo hubiésemos tenido que soportar. No es como el turco que tiene sus ñañas pero va a vivir hasta los cien por lo menos.

Debo ser medio maniático, pero había algo en ella que me obligaba a escucharla, quizás porque su aversión a los pingüinos y afines superaba todo lo imaginable. Quizás porque nunca había conocido una persona sin ningún tipo de “filtros” como aquella. Si no fuera tan patética nos daría risa diría el catalán.

—Argentina es un desastre por donde la mires, la inseguridad es espantosa —acotó la inefable cambiando el ángulo de la crítica—. El mes pasado caminaba con una amiga por una vereda enfrente del country y nos cruzaron tres muchachas. Una de ellas me escupió en un ojo me tiró de los pelos mientras otra me arrancaba el bolso. Por suerte no tenía más que cuatro mil pesos, pues las tarjetas de crédito estaban en otro lugar. No se crean que eran unas cholitas cualquieras, de esas que abundan ahora en Buenos Aires, no parecían ni peruanas, ni bolivianas, ni colombianas. Altas y rubias…¡Increíble! Ya no sabes en que creer —agregó y espero el gesto de afirmación nuestro que nunca llegó. Solo recibió la mirada adusta de Oscar, a quien no le había agradado la mención de sus compatriotas.

Esta vez no intentamos confrontarla, era una causa totalmente perdida. Vi en mis colegas apatía y aburrimiento. Por mi parte me limité a medir hasta dónde podía llegar con su irracional diatriba y cuan  masoquista podía llegar a ser mi paciencia.

—¡Un desastre! —siguió diciendo—. Desempleo, inflación…un verdadero desastre, ya ni efectivo se consigue. No se imaginan la cantidad de amigos que no se pueden ir a punta o a Villa Gesell por este problema y adivinen que es lo mas triste de todo… ¿Ahh? Que la turra va a volver a ganar, no se que tiene la gente en la cabeza, pero te aseguro que la van a volver a votar. Que queres también si la oposición es un quilombo. Entre todos no sacas uno que valga la pena. Chantas, corruptos, charlatanes, ineptos. Los típicos argentinos vivos, ¿viste?

A esa altura ya estaba asqueado, comprendí que está señora (digna representante de un minúsculo sector recalcitrante de la sociedad argentina) estaba en contra de la humanidad misma. Sabia como comenzar el final de la charla.

—A mi me parece que el país no está tan mal, mis hermanas me están visitando. La mayor vive en San Luis y están mejor que en otras épocas. Son docentes, tienen casa propia y hasta ahorran un poco todos los meses —acoté con gusto, cansado de su verborragia anti-todo.

Me miró como si le hubiese acabado de meter una estocada al corazón y frunciendo el seño con disgusto me dijo:

San Luis es un poquito distinto, no te equivoques. Yo no se como hacen los Rodríguez Saá para chorearse todo y pese a eso invertir en la provincia. Imaginate como robaran los otros entonces. Aunque habría que ver que otra cosa hacen tus familiares —agregó, poniendo en duda la honesta tarea de educadores de mis familiares.

No daba para más, le di la espalda sin agregar nada y mientras me dirigía al hotel (tratando de comprender como se podía albergar tanto resentimiento con la vida) escuché su última perlita:

—Pese a todo, a mi no me va tan mal, soy abogada y no me falta trabajo. Me puedo dar el lujito de escaparme a Miami dos o tres veces al año y zafar un poco de aquel infierno. Aunque es mi pais y lo quiero... no lo cambio por nada del mundo, ¿eh? —finalizó diciendo la hipócrita sin que se le moviera un pelo del cuerpo.

Moví la cabeza afligido y miré al cielo esbozando una dolorosa sonrisa.

—¡Vade retro Satanás!!!

4 comentarios:

Daniela E. dijo...

¡Genial Walter!
Me he meado de risa, pero es triste también porque en nuestro país hay varias personas del tipo este que describis.
Un beso, te sigo leyendo...

Anónimo dijo...

Que haces Cabeza???
Bueno, antes que nada creo que todavia no te he dicho Feliz Año, asi que va mi saludo, que sea un buen 2011...
Acabo de leer lo de la insoportable imbecilidad...sacame la duda, es una mina real?, o es el clasico rejunte de boludeces que se escucha hablar a diario a mis compatriotas, que aparte seguro que lo mas cultural que ven en la tele es Tinelli y Gran Hermano...
De todas formas, en mi opinion lo mejor que han hecho los K ha sido el canal encuentro, y no se si hay mucho mas para elogiar...
Pero en fin, en familia mejor no hablar de politica...
El abrazo de siempre...
Colorado

Walter G. Greulach dijo...

Dolorosamente real la mina esta mi estimado Colorado...

Anónimo dijo...

Hola Walter, gracias por la invitacion...alguna vez sera..
La verdad es que es una realidad lo del mal argentino de quejarse siempre...me entran las dudas de si la alegria no es solo brasilera...(gran filosofo Charly)
Si uno ve noticieros, se deja llevar por lo que nos dicen, y lamentablemente estamos presos de lo que nos quieren decir, y hacer creer...
Pero si vamos a hablar de mal humor y agresividad, fue Nestor K. el que invento y alimento rencores en sus años de poder, porque parece que no soportaba voces en su contra.
No se si escuchaste hablar de las leyes de Bosques, de las leyes de glaciares, de lo que se hace con la pesca en el Mar Argentino, de la mineria a cielo abierto, en fin, nunca un gobierno plantea un proyecto de pais, y lamentablemente esta no es la diferencia, ni siquiera a nivel educativo se plantea un proyecto, una mejora...Y del tema Droga que viene creciendo, ni hablar.
No se si me equivoco, es muy posible, pero la sensacion de caminar a ciegas, sin un rumbo es siempre la misma...no se puede planificar a largo plazo porque siempre ronda el fantasma de la inflacion...que es peor si no se lo reconoce...
De todas formas no hay nadie que plantee proyectos serios sobre estas cuestiones porque son pocos los que se preocupan por algo por el estilo, y porque da la sensacion que todo esta controlado por los intereses de las corporaciones.
Espero no dar la imagen de mala onda de tu "amiga". No me preocupo por mi bolsillo, me gustaria que se pudiera vivir y disfrutar a lo grande la Argentina porque da para mucho...
Bueno, esa es mi humilde vision desde un poco mas adentro...y desde otra provincia.
Un abrazo grande.
Colo